Cada 28 de agosto, México celebra el Día Nacional del Adulto Mayor, una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta esta población. Aunque a menudo asociamos la epilepsia con la infancia, la realidad es que afecta de manera creciente a los adultos mayores. A medida que la población global envejece, la incidencia de epilepsia en este grupo etario está en ascenso, presentando desafíos únicos en su diagnóstico y tratamiento.

Entre las causas de epilepsia en el adulto mayor se encuentra los accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneales, enfermedades neurodegenerativas y tumores. 

Diagnóstico

En algunos casos el diagnóstico puede ser desafiante, ya que los síntomas pueden ser sutiles o atípicos, y fácilmente confundidos con otros trastornos como la demencia o el delirium. Una evaluación detallada debe incluir historia clínica, estudios de imagen y electroencefalogramas para una identificación precisa.

Tratamiento: Un Enfoque Personalizado y Cuidadoso

El tratamiento de la epilepsia en adultos mayores debe ser individualizado. La polifarmacia, común en esta población, y la sensibilidad aumentada a los medicamentos, hacen imprescindible una selección cuidadosa de los fármacos anticrisis para minimizar efectos secundarios y maximizar la eficacia. Más allá del tratamiento farmacológico, se deben considerar alternativas como la cirugía en casos específicos. Un enfoque multidisciplinario que integre a neurólogos, geriatras y otros especialistas es esencial.

Impacto Cognitivo y Emocional

La epilepsia no solo afecta la salud física; también puede tener un profundo impacto en la salud cognitiva y emocional de los adultos mayores. Esta condición puede acelerar el deterioro cognitivo y afectar la calidad de vida, resaltando la necesidad de un abordaje que incluya tanto los aspectos médicos como los psicosociales.

Fomentar la Investigación y la Educación

Una de las grandes barreras en el tratamiento de la epilepsia en adultos mayores es la falta de ensayos clínicos específicos, lo que limita el conocimiento sobre la eficacia y seguridad de los tratamientos en esta población. Es imperativo que la comunidad científica incremente la investigación enfocada en las necesidades particulares de los adultos mayores con epilepsia.

La educación también juega un papel crucial. Comprender los signos y síntomas, así como las estrategias para manejar las crisis epilépticas es fundamental para pacientes, familiares y cuidadores. Promover el entendimiento y el apoyo puede transformar significativamente la vida de quienes conviven con esta condición.

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Referencias

  1. Sen, A., Jette, N., Husain, M., & Sander, J. W. (2020). Epilepsy in older people. The Lancet, 395(10225), 735-748. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30364-8
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  3. Kwan, P., & Brodie, M. J. (2000). Early identification of refractory epilepsy. New England Journal of Medicine, 342(5), 314-319. https://doi.org/10.1056/NEJM200002033420501
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