22 de julio. Hoy es el Día Mundial del Cerebro según la Federación Mundial de Neurología y se conmemora desde el año 2014. Los trastornos cerebrales (incluyendo problemas neurológicos y mentales) constituyen el 13% de la causa global de enfermedades, superado al cáncer y a las enfermedades cardiovasculares.
El objetivo principal es aumentar la conciencia pública y promover lo relacionado con la salud cerebral. La campaña de este año 2020 está dedicada a crear conciencia sobre la enfermedad de Parkinson.
Nosotros te presentamos algunos datos generales sobre como cuidar nuestro cerebro.
1.- Toma agua. El cerebro se compone aproximadamente de un 75% de agua.
2.- Consume alimentos nutritivos. A pesar de suponer sólo el 2 % del peso total del cuerpo, su funcionamiento supone el 20% del consumo de oxígeno total del cuerpo y el 25% de la glucosa total del cuerpo, así que prioriza verduras y evita azúcar refinada y grasas saturadas.
3.- Vigila la obesidad, el colesterol y la diabetes. Sigue una dieta equilibrada y realiza las revisiones médicas pertinentes.
4.- ¡Duerme! (entre 7 y 9 horas diarias) Durante el sueño nuestro cerebro consolida las memorias más importantes y hace su propio mantenimiento, elimina los productos tóxicos generados mientras estamos despiertos y limpia, entre otras cosas, el beta-amiloide, el material de las placas seniles, una de las características distintivas de la enfermedad de Alzheimer y no hay que olvidar que el 70% de las personas que padecen epilepsia tienen somnolencia diurna y un 40% insomnio nocturno. De ahí que mantener una buena higiene del sueño redundará en un mejor control de las crisis epilépticas.
5.- Controla tu presión arterial. El daño vascular cerebral que se produce como consecuencia que la hipertensión arterial es “silenciosa” por muchos años, hasta su primera manifestación.
6.- Conserva la actividad intelectual. (reserva cognitiva) La primera de las actividades para favorecer a estimulación cognitiva no es otra que leer. La lectura es una actividad estupenda para favorecer la concentración, ejercitar la memoria y alimentar la imaginación. ¿Otras actividades? Aprende a tocar un instrumento musical, a tejer, pintar, perfecciona el idioma que ya sabes o estudia uno nuevo.
7.- Mantén tus relaciones sociales activas. Las relaciones sociales aportan otros beneficios que pueden proteger, de forma indirecta, nuestro cerebro. El estrés es un arma letal para nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Así, las relaciones nos reconfortan, nos aportan nuevos puntos de vista, nos ofrece apoyo emocional y la posibilidad de hacer planes.
8.- No fumes y evita el alcohol.
9.- Haz ejercicio. El ejercicio genera una liberación de las llamadas sustancias mensajeras (neurotransmisores) hacia la sangre, las cuales viajan a través de esta y actúan sobre diferentes órganos, incluido el cerebro. Entre estos neurotransmisores que se liberan están la dopamina, la serotonina y la norepinefrina, cada uno de ellos interviene en algún proceso específico. La dopamina, por ejemplo, contribuye a regular el estrés y los procesos de recompensa; es decir, influye en cómo respondemos a estímulos que consideramos positivos como la comida, el sueño o el sexo. Por si fuera poco, el ejercicio estimula la neurogénesis, que, en palabras sencillas, se trata de la generación de nuevas neuronas, principalmente en el hipocampo, la zona del cerebro asociada al aprendizaje y a la memoria.
10.- Ríe más. Reírnos de una broma no es una tarea sencilla para nuestro cerebro, ya que para ello requiere la actividad en cinco áreas diferentes.
Y recuerda:
La epilepsia es un trastorno neurológico causado por una actividad inusual de las células nerviosas en el cerebro.
La epilepsia no es contagiosa y todos podemos desarrollarla en algún momento de nuestra vida.
Asociación Mexicana de Epilepsia en Niños y Adultos 