San Pablo

En la antigua Irlanda se le llamo a la epilepsia “la enfermedad de San Pablo” en honor a Pablo de Tarso. San Pablo nació entre los años 5 y 10 d.C. en Tarso, Cilicia (actualmente Turquía), y falleció en Roma entre los años 58 y 67. Es conocido como Apóstol de los Gentiles y Apóstol de las Naciones.  Es considerado el discípulo más importante de Jesús a pesar de que nunca lo conoció.

Durante su juventud destacó por perseguir a los cristianos, se le otorgó la misión de capturar a los partidarios de Jesús en Damasco, sin embargo en camino a esta ciudad tuvo una inesperada manifestación de Jesús, donde fue deslumbrado por una misteriosa luz, arrojado a la tierra y cegado, y al levantarse del suelo se convirtió al Cristianismo. Según los Hechos de los Apóstoles 9: 3-9 “le rodeo un resplandor de luz desde el cielo. Y cayendo en Tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues?. El preguntó: ¿Quién eres tú, Señor?, y la voz respondió: Yo soy Jesús, a quien tu persigues. Ahora levántate, y entra a la ciudad, y se te dirá lo que es preciso hacer”. Se ha considerado que este episodio corresponde a un ataque de epilepsia, en particular de epilepsia del lóbulo temporal, sin embargo cuando las personas que padecen epilepsia mencionan presentar alguna conexión con un ser superior, este corresponde a su religión, recordemos los éxtasis de Santa Teresa de Jesús o la visión de Mahoma del paraíso, aquí resulta atípico que tuviera una visión de Jesús siendo judío.

San Pablo predicó el cristianismo de forma enérgica, viajó como misionero y escribió (las epístolas) misivas a diversos pueblos.  Fue el principal difusor del cristianismo arriesgando su vida, sufrió encarcelamiento y finalmente murió decapitado.