Todo empezó con la llegada de mi bebé, justo al mes de vida de mi hija, recuerdo que esa mañana me encontraba en la habitación alimentando a mi pequeña cuando me ocurrió por primera vez una convulsión, en ese momento me auxilio mi segunda madre (mi suegra) quien tomó a mi bebé en brazos y pidió ayuda .

Cuando finalmente reaccioné mi familia se encontraba a mi alrededor desconcertada al igual que yo .

A partir de ese evento comencé a hacerme diversos estudios, pero al parecer todo era parte del post parto, hasta que un año después se presentó la segunda crisis, y volvieron los rigurosos estudios, ahora tengo que llevar mi vida con medicamento y seguir las indicaciones de mi neurólogo.

Acepto que no es nada fácil que haya cambiado mi vida de esta manera, pero seguiré al pie de la letra todo los cuidados que esto conlleve, porque mi hija necesita a su madre con ella y haré lo que esté en mi para hacerlo posible.

Ana Amador.

Captura de pantalla 2018-03-10 a las 2.48.13 p.m.

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