Alfred Bernhard Nobel (21 de Octubre de 1833- 10 de Diciembre de 1896) era químico, ingeniero, inventor y fabricante de armas sueco. Hizo una fortuna con la fabricación de la dinamita y otros explosivos, a su muerte tenia mas de 350 patentes y fabricas en 20 países.
A temprana edad Alfred Nobel demostraba interés por la literatura, la poesía, la química y la física. A los 18 años, Nobel escribió un poema autobiográfico llamado “Usted dice que soy un enigma” (You say I am a Riddle), en el cual describe sus años de infancia que fueron marcados por enfermedades y deprivación: «Mi cuna parecía un lecho mortuorio y durante años una madre temerosa y llena de amor vigilaba permanentemente, para preservar una llamita temblorosa, por muy pequeña que fuera la esperanza. Apenas recuperé las fuerzas para poder mamar, me acometieron convulsiones, que me dejaron suspirando al borde de la nada – una escuela de profundos dolores con la muerte como meta.”
Según el epileptólogo William Gordon Lennox escribió “Nobel sufría de migraña y convulsiones desde la infancia”, considerando que padeció de crisis en la infancia, pero no necesariamente en la edad adulta.
Su padre apreciaba mas su interés en la química y la física, por lo que lo envío a un entrenamiento en ingeniería química en Francia, Suecia, Estados Unidos y Alemania. Al regresar a trabajar con su papá, quien fabricaba armamentos, la guerra de Crimea había terminado y tuvieron que emprender la fabricación de nuevos productos, por lo que Alfred Nobel empezó a experimentar con la nitroglicerina como un explosivo, y posteriormente descubrió y patentó la dinamita.
Al morir en 1896, para sorpresa de todos, en su testamento estableció que su fortuna se usara para el premio Nobel repartiéndolo en 5 categorías: paz, medicina o fisiología, física, literatura y química. La fundación Nobel se fundo hasta 1900.